No son pocas las personas que rechazan este ejercicio, poniendo barreras mentales delante a través de excusas, como: no tengo ningún problema en hacerlo pero no me apetece, es absurdo y no sirve para nada, etc. En realidad, lo que suele haber detrás de estas afirmaciones es una desconexión emocional con uno mismo.
Buscamos el amor en el lugar equivocado. El amor está en nosotros mismos. Y es desde nosotros mismos desde donde se expande a todos y todo lo demás.