
Vivimos en un mar de brisa. El movimiento de la brisa, suave o huracanada, no depende de ti. Lo que sí depende de ti, es el arte que desarrolles para moverte en los vientos. Y quién sabe… tal vez, cuando muchos desarrollemos ese arte, los vientos huracanados cesen. O tal vez, no nos importe si cesan o no, porque entenderemos que la propia naturaleza del aire es útil para acariciarnos y agitarnos.
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Publicado por RosaRio
Terapeuta Ocupacional, profesora de Mindffulness, Meditación y Yoga Tibetano. El desarrollo personal y transpersonal son los motores de mi vida, algo con lo que he ido creciendo a lo largo de muchos años y que pongo en manos de quien así lo desee para proporcionar un enfoque de vida auténtico, que lleva a la alegría y paz interior.
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